No le entran balas. El ministro de Salud, César Vásquez, mostró ayer que una de sus mayores capacidades es la de aferrarse al cargo que tiene.En un contexto de grave salud pública que ha derivado en el fallecimiento de 4 personas, en la muerte cerebral de otras dos y en el estado grave de una decena de pacientes, el titular del Minsa apeló a todo en su presentación en la Comisión de Salud del Parlamento para eximirse de responsabilidad.Así, apuntó sus baterías al fabricante del suero que ocasionó esas tragedias, Medifarma, y a las clínicas que los suministraron como Sanna. Para Vásquez, el Minsa no tuvo ninguna responsabilidad.Su primer as bajo la manga fue anunciar la separación de la recientemente nombrada directora general de Digemid, Sonia Delgado, para garantizar -señaló- transparencia en las investigaciones.