Delia Espinoza Valenzuela juró como fiscal de la Nación el 8 de noviembre comprometiéndose a fortalecer la imagen institucional y la confianza ciudadana. Faltando pocos días para cumplir cuatro meses en el cargo, un balance preliminar evidencia más sombras que luces en su corta gestión, en la que ha convertido a la institución, que constitucionalmente debería defender la legalidad, en un ente confrontacional con el Congreso, el Poder Ejecutivo, el Tribunal Constitucional (TC), la Junta de Fiscales Supremos -que ella preside- y, como cereza del pastel, en un actor más de la campaña electoral 2026.(Edición domingo).