RUMBOS DISTINTOS
27 de marzo de 2025

Por The Economist.Muchos de los yacimientos de cobre y hierro más grandes del mundo son previos a la fragmentación de Pangea, hace unos 200 millones de años. Y esos desplazamientos tectónicos dispersaron los dos metales favoritos de la economía global. Abundante hierro terminó en lo que hoy son Australia y Brasil, mientras que el cobre se asentó en lugares como África central.En años recientes, el sector minero formado para extraer esa riqueza ha estado atravesando su propia versión de deriva continental. Por un lado, están gigantes multinacionales como BHP, Rio Tinto y Vale, cuyo objetivo es maximizar retornos a su capital al tiempo que adoptan un cauteloso enfoque de riesgos. En el otro lado, figuran sus avezadas rivales chinas. A medida que hierro y cobre se hacen más escasos, esto podría causar problemas a las mineras occidentales.Los minerales que reciben más atención tienden a ser el litio -usado en baterías- y tierras raras con nombres exóticos como vanadio -destinado a dispositivos electrónicos-. Son el motivo por el que Donald Trump codicia Groenlandia y ha exigido acceso al tesoro subterráneo de Ucrania a cambio de negociar la paz con Rusia. Hierro y cobre, que representan cerca de la mitad del valor de todos los metales extraídos en el planeta, no suscitan nada parecido.No obstante, tierras raras y litio son comunes, aunque su extracción es trabajosa. En cambio, los dos metales básicos siempre han sido difíciles de obtener y se están haciendo más escasos pues los yacimientos conocidos ya están siendo excavados. Durante la mayor parte de los últimos 40 años, las grandes mineras occidentales realizaron el grueso de la excavación, estimuladas por la globalización.

  • [Gestión,Pág. 22]
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