La intempestiva salida de José Mantilla de la presidencia del directorio de Perupetro ha generado comprensibles suspicacias en el sector de hidrocarburos. El rumor es que se le pidió la renuncia por el interés de los actuales directivos de Petroperú de tener injerencia en la asignación de lotes petroleros, ya sea para exploración o explotación.El cambio se produce justo días después de que Perupetro le entregara, luego de licitarlos, los lotes I y VI de Talara a empresas privadas, en detrimento de las expectativas de la petrolera pública, que pretendía mantenerlos bajo su control, pese a las descomunales pérdidas que la empresa le sigue reportando al Estado peruano (solo el año pasado, 800 millones de dólares).María Julia Aybar, presidenta del Comité Sectorial Hidrocarburos de la SNMPE, ha explicado a Perú21 que el gremio se encuentra preocupado por la dimisión de Mantilla, pues en su corto paso por Perupetro generó confianza entre los inversionistas, ya que, según dijo, durante su mandato actuó en todo momento conforme al marco legal establecido."Nos gustaría que el Ministerio de Energía y Minas y el MEF expliquen las razones de este cambio y que confirmen que se van a mantener los contratos y el proceso de concesión", aseveró. Y no es la única razón para temer que los contratos de concesión puedan quedar en el aire.Es que, según se ha sabido, en el bolo para reemplazar al ‘renunciado’ está Pedro Chira, expresidente de Petroperú, muy cercano al izquierdista Alejandro Narváez, presidente de la estatal, y al gerente general Oscar Vera. Si se designa a Chira -de quien se registran visitas recientes al titular del Minem, en una dudosa calidad de funcionario de Petroperú- para el cargo, se cerraría el círculo de influencia estatista sobre la industria petrolera en el país, pese a que está más que comprobado que la gestión pública ha sido un completo desastre en el sector.