BOICOTEANDO EL DESARROLLO CUSQUEÑO
16 de marzo de 2025

Por Luis Miguel Castilla, director ejecutivo de Videnza Instituto.El Gobierno ha anunciado una ambiciosa cartera de proyectos de infraestructura por US$16,000 millones. Además, se ha comprometido a impulsar la suscripción de adendas de concesiones vigentes en diversas regiones del país y, así, movilizar inversión privada descentralizada por más de US$5,000 millones. Si bien es una buena señal para recuperar la confianza, esta tarea no será nada fácil, pues requiere el concurso de múltiples entidades estatales y la acción de funcionarios que preferirían no asumir responsabilidades que les signifiquen eventuales -y por lo general injustas- sanciones futuras. También implica generar suficiente consenso al interior de las regiones para frenar la oposición de ciertos grupos políticos con claros móviles particulares de cara a los próximos comicios generales. Tal es el caso del paro convocado en Cusco en contra del proyecto de la empresa TGP para construir y operar un sistema de gasoductos para llevar gas natural a las ciudades de Arequipa, Ilo y Moquegua, y conectar las centrales térmicas del Nodo Energético del Sur. Se trata de un proyecto que es 100% autosostenible -es decir, no requiere de ningún tipo de subsidio o aporte de recursos públicos-, cuestión que resulta fundamental cuando urge reducir el déficit fiscal. Además, el proyecto generará ahorros en el gasto de energía para los domicilios, para la industria y el comercio, y el transporte vehicular, y permitiría contar con energía eléctrica a un menor precio y de manera más confiable.Este proyecto haría posible viabilizar una verdadera masificación del gas natural en el sur del país mediante los concesionarios de distribución y acercar el gas para que se puedan construir nuevos gasoductos hacia las demás regiones. Sin embargo, actores políticos cusqueños prefieren patear el tablero y se oponen al mentado proyecto sin siquiera considerar la salida específica que el Gobierno viene evaluando para el Cusco: la construcción de un ducto que partiría desde el actual ducto de TGP y tendría la capacidad para atender los requerimientos actuales de la región, cubrir sus requerimientos futuros e inclusive expandirse hacia otras ciudades con una inversión que representa la quinta parte del costo inicialmente concebido.(Edición domingo).