La lucha que enfrenta en las últimas semanas no ha sido precisamente contra esa criminalidad que jura estar enfrentando. Mientras los muertos por las extorsiones y el sicariato se multiplican en el país, el ministro del Interior ocupa sus días en defenderse de las también multiplicadas denuncias en su contra. Su principal lucha parece ser salvar su reputación y credibilidad. Mientras, el país, desprotegido, trata de defenderse como puede de la delincuencia. La inseguridad ciudadana se ha desbordado durante sus meses en el cargo, pero Juan José Santiváñez prefiere culpar a las gestiones anteriores e insiste, con soberbia incluida, en que hay avances significativos.Los números y la calle, sin embargo, dicen lo contrario; y los ciudadanos, también. Un 60% de peruanos considera que la situación de la seguridad ha empeorado desde que el protegido de la presidenta Boluarte está al frente del Ministerio del Interior, según revela la última encuesta realizada por Ipsos para Perú21.