Por Mariela García De Fabbri, directora general de Ferreycorp.Los magros crecimientos que nuestra economía viene presentando desde hace varios años son insuficientes para impulsar, como se debe, el desarrollo nacional. El 3% de avance del PBI el último año muestra que, pese al viento favorable de los precios de los metales, la economía no ha terminado de encender todos sus motores, más allá de una leve recuperación de algunos sectores productivos y un alza de la inversión pública. Es evidente que se necesita más inversión privada.En este contexto, la reciente proyección del MEF de un crecimiento de 4% para este 2025 -que no está garantizado pues depende de una serie de factores- aún está por debajo de nuestro potencial como país y, sobre todo, es muy inferior a los niveles requeridos para dar un mayor impulso a la reducción de la pobreza y encaminar el desarrollo. Lo venimos diciendo hace algún tiempo: ¡Hay que hacer más y podemos hacer más!.En ese escenario, la reactivación de la inversión privada es fundamental, en especial aquella en infraestructura y minería, con grandes volúmenes de recursos económicos y alto efecto multiplicador. ¿Qué necesitamos para materializar esta inversión? Parte de la solución es reducir la burocracia y excesivos trámites en la aprobación de proyectos, con funcionarios capaces de agilizarlos, y reactivar proyectos paralizados. Además, iniciativas como la ventanilla única para el sector minero debieran desplegar todo su potencial, contribuyendo a concretar nuevos proyectos de la cartera de inversión minera.