Una semana después de lanzar groserías a nivel nacional, el oenegero Gustavo Gorriti intentó desmentir las acusaciones de la presidenta Dina Boluarte. Sin embargo, terminó confesando que el fiscal supremo Pablo Sánchez sí usó su cargo para impedir una diligencia en el local de IDL."El entonces FN, Pablo Sánchez, a quien comuniqué lo que estaba pasando, intervino como tenía que intervenir. ¿O debió callarse, abstenerse y permitir que un fiscal continuara actuando ilegalmente con consecuencias que hubieran repercutido sobre toda la institución?", escribió en su portal.Gorriti se refería a la visita que, en julio de 2018, Rodrigo Rurush (a la sazón fiscal provincial) hizo a la sede de la referida ONG. Esta no era un allanamiento, sino una exhibición voluntaria de documentos, para lo cual ya lo habían hecho pasar los activistas Carlos Rivera y Glatzer Tuesta.