Han transcurrido dos años y casi tres meses desde aquel funesto mensaje a la nación en el que Pedro Castillo anunció un golpe de Estado en televisión nacional y ante millones de testigos. A lo largo de esta etapa, hemos visto al Poder Judicial desbaratar por lo menos 24 recursos dilatorios con los que el recluso de la Diroes buscaba desesperadamente evitar su inminente juzgamiento. Finalmente, este martes 4 de marzo llegó la hora de que el tirano frustrado rinda cuentas a la justicia. Fiel a su costumbre, Castillo intentó una última y burda maniobra dilatoria con la que buscaba aplazar la instalación de su juicio oral. Al momento de acreditarse para la audiencia, el acusado que se ha dado el lujo de contratar y despedir a decenas de defensores legales a lo largo de su proceso anunció muy suelto de huesos... que no tenía abogado.