La revelación de que el Congreso está en proceso de licitar a su nuevo proveedor de alimentos ha reavivado la polémica: ¿debemos los contribuyentes pagar por la comida de los parlamentarios, pese a los altos salarios que perciben? La controversia no es nueva. En febrero de 2023 se dio a conocer que el Parlamento pagó -en 2022- más de 3 millones de soles por tres años de alimentación, además de casi 2.5 millones de soles para la compra de televisores, alfombras y otros. Debido a esto se produjo la dimisión del entonces oficial mayor José Cevasco.