Tal y como se esperaba, la economía peruana creció más de 3% en 2024 (3.33% para ser exactos), por encima incluso de lo que auguraban analistas (3.2%). Este resultado fue utilizado inmediatamente por la presidenta Dina Boluarte para sacar réditos políticos. "Cuando asumí el gobierno, recibimos un país golpeado por las protestas sociales y por los embates climáticos del ciclón Yaku. Estos factores provocaron la caída de la economía en 2023 (-0.55%); pero, pese a las adversidades, afirmamos que 2024 sería el año de la recuperación económica, y hemos cumplido", señaló a través de una nota de prensa enviada desde Palacio de Gobierno. A dichas declaraciones añadió: "Este crecimiento nos llena de optimismo sobre el futuro económico mejor para los próximos años". ¿Pero el resultado de 2024 es realmente para inflar el pecho? Hay que tomar en cuenta que, para que el Perú reduzca la pobreza en grandes porcentajes, necesita un avance anual de al menos 5%. Lo mismo para generar empleo de calidad. Por ese motivo, exministros de Economía y Finanzas (MEF), consultados por este diario, analizan si las cifras del año pasado son para pecar de optimistas. Tanto Luis Miguel Castilla como David Tuesta coincidieron en que, si bien es un resultado positivo, no da espacio para "el triunfalismo". "El tema es que hay un gran porcentaje de la población que no se ha visto beneficiado de ese crecimiento. Por eso, hay que tomar con calma el 3.33% y ser empáticos con quienes no han recibido algo de ese crecimiento", expresó Tuesta. (Edición domingo).