Por Alfonso Bustamante Canny, presidente de Confiep.El 31 de enero, José Salardi asumió como ministro de Economía y Finanzas (MEF) y, apenas diez días después, convocó a los principales gremios empresariales del país. En esa reunión, destacó su visión del sector privado como el gran aliado del Estado y reafirmó su compromiso de impulsar la inversión privada como motor del crecimiento económico. Además, ofreció reuniones periódicas con el sector privado cada dos semanas, una señal de apertura que merece ser valorada.Si bien es positivo que el ministro busque fortalecer el diálogo con el empresariado, aún está pendiente la definición de su hoja de ruta económica. En la reunión, Salardi asumió varios compromisos clave que, de concretarse, representarían avances importantes para la economía peruana.Alineado con su visión de priorizar la inversión privada y optimizar el uso de los fondos públicos en beneficio del ciudadano, Salardi prometió no destinar más recursos a Petroperú en este 2025; y más bien planteó tener una reunión entre el directorio de Petroperú y el sector privado para abordar la gobernanza de la empresa estatal, un problema estructural que ha afectado su sostenibilidad. El ministro se mostró receptivo a temas estratégicos como la Ley de Promoción Agraria y las Zonas Económicas Especiales (ZEE), iniciativas que habían quedado rezagadas en el viceministerio de Economía. Retomar su discusión y eventual implementación podría representar una oportunidad de crecimiento para diversos sectores productivos del país. Salardi enfatizó la urgencia de acelerar los procesos burocráticos, un obstáculo recurrente que frena inversiones y dinamismo económico.