La foto reciente del nuevo titular del MEF, José Salardi, con representantes del empresariado de todos los tamaños es un buen augurio. No solo al pretender un "desmarque" de su antecesor y tocayo José Arista, sino porque es consistente con el rol que venía cumpliendo hasta hace poco como cabeza de ProInversión.El eje de la reunión ha sido transmitir confianza para la generación y destrabe de la inversión privada en casi todos los rubros, en especial aquella que moviliza transversalmente a varios subsectores (bienes y servicios), con impacto en el empleo, a través de diversos encadenamientos productivos.Salardi tiene a su favor algunos vientos de cola que puede y debería aprovechar. El más reciente es la última encuesta del BCR (quincena de enero) sobre expectativas empresariales. De los 18 indicadores de situación actual y de expectativas a tres y 12 meses, 14 están en el tramo optimista, es decir, mayor de 50 puntos. En el caso de los rubros inversión y contratación de personal, se ubicaron por encima de los 60 puntos.Claramente, sectores como minería, construcción, pesca e infraestructura tienen perspectivas interesantes para este año.