Las sanciones políticas que pesan sobre Martín Vizcarra y sobre la organización política que encabeza Antauro Humala son diferentes, pero tienen la misma consecuencia: ninguno de los dos podrá participar en las elecciones del 2026. En el caso de Vizcarra, hablamos de dos inhabilitaciones para ejercer cargo público aprobadas por el Congreso, y en el de Humala, de una declaración de ilegalidad del ahora expartido Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (Antauro), porque, como ya lo estableció la Corte Suprema, dicha agrupación constituye un peligro para el sistema democrático.Pese a ello, tanto el expresidente procesado por corrupción como el responsable de la mortal asonada conocida como el ‘andahuaylazo’ pretenden convencer a sus seguidores de que esos impedimentos no existen o no se sostendrán en el tiempo, y están en una permanente actividad de supuesta campaña electoral.