El Estado les entrega a los partidos políticos con representación en el Congreso fondos públicos con los que solventar determinado tipo de actividades y necesidades. El monto de tales fondos depende de la última performance electoral de cada organización y su uso está limitado por ley a cinco rubros: formación, capacitación, investigación, funcionamiento ordinario y adquisición de activos fijos. Ocurre, sin embargo, que no son pocos los partidos que deciden destinar parte de ese dinero a otros fines o que, estirando los conceptos, hacen que ese dinero vaya a parar a manos de sus militantes o allegados.Un ejemplo de lo primero es lo sucedido en Fuerza Popular a propósito de un viaje de su lideresa, Keiko Fujimori, a Estados Unidos, en mayo del año pasado. Más de S/27 mil de los referidos fondos fueron usados para pagar el importe de ese viaje, que supuso visitas protocolares y conversatorios que no calificaban como capacitación.