BOMBAS EN LA FISCALÍA
21 de enero de 2025

El atentado contra la sede de la Fiscalía en Trujillo debería marcar un antes y un después en la forma como se encara la lucha contra la delincuencia y las organizaciones criminales.A los peruanos nos hace recordar los atentados terroristas, con explosiones de coches bomba y derribo de torres de alta tensión, que se repetían durante los años 80 e inicios de los 90. El método es similar: cercar pueblos o distritos incluso, o ciudades más grandes, recurriendo a amenazas (o, en este caso, sobornos), a vista y paciencia de las autoridades.Inmediatamente después del ataque, los ministros se pronunciaron, muy indignados. El premier Gustavo Adrianzén, entre ellos: "No vamos a permitir que la criminalidad vaya a atemorizar utilizando explosivos y prácticas terroristas en contra de la población. Quiero recordar que Trujillo, Pataz y Virú se encuentran en estado de emergencia y no vamos a escatimar ninguna medida que sea necesaria a efectos de dar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado las herramientas para combatir a la delincuencia" Y, en fin, el bla-bla-bla habitual.