El Congreso y el Ejecutivo son culpables y cómplices de que la delincuencia esté ganando terreno, debido a que no se ponen de acuerdo en aprobar las leyes que pongan mano dura al crimen organizado que, día a día, está ganando terreno a tal punto que todos los peruanos estamos con temor de salir a las calles porque podríamos ser víctimas de robos, secuestros, balas perdidas y hasta la detonación de explosivos.En el colmo de los colmos, este 20 de enero, la sede del Ministerio Público de la norteña ciudad de Trujillo (región La Libertad), en pleno estado de emergencia que el Ejecutivo acababa de ampliar por 60 días, fue escenario de un violento atentado que no solo dañó la estructura de siete pisos, sino que también afectó unas 15 viviendas y negocios, y dejó dos personas heridas.