La mesura prevaleció ayer en el discurso inaugural de Donald Trump, tono que apaciguó temporalmente a los mercados y favoreció a algunos activos de riesgo, como bolsas, monedas y commodities.Tras la promesa de una nueva "era dorada" para EE.UU., el flamante presidente delineó los puntos nodales de lo que será su segundo mandato, con énfasis en una política inmigratoria volcada a impedir el ingreso de ilegales al país, incluso mediante una declaratoria de emergencia nacional, y el respaldo pleno al crecimiento estadounidense con la revitalización de su industria.Pero, a pesar de que la aplicación de elevados aranceles a China y socios comerciales fue un estandarte en sus apariciones públicas en semanas previas a la toma de mando, omitió en su mensaje de asunción detalles de lo que será la política comercial en su régimen, cuya aplicación futura ha puesto en vilo a las autoridades económicas de todos los países.