Ni sus reiteradas apariciones públicas, en las que continúa sin declarar a la prensa, ni el anuncio de medidas populistas, como el aumento del sueldo mínimo a S/1,130 -que más que ayudar a los trabajadores los perjudica y afecta principalmente a las Mypes por el incremento del costo laboral que, incluso, podría derivar en despidos-, han logrado revertir la desaprobación ciudadana a la presidenta de la República, Dina Boluarte.La última encuesta de Ipsos, realizada a nivel nacional entre el 9 y el 10 de enero, revela que la aprobación a la mandataria subió apenas un punto, de 4% en diciembre a 5% este mes. La desaprobación a su gestión, en tanto, se incrementó también en un punto, de 91% a 92%. El mismo porcentaje de aprobación a Boluarte, 5%, es compartido por el primer ministro Gustavo Adrianzén, cuya desaprobación, sin embargo, ha subido en el último mes nada menos que seis puntos, de 73% a 79%.