En la última década de nuestra historia judicial ha ganado gran musculatura una medida cautelar coercitiva llamada prisión preventiva, herramienta legal poderosa en manos de fiscales y jueces para optimizar la investigación penal y evitar la fuga del imputado.La prisión preventiva creció con desmesura, según algunos especialistas, en paralelo con el auge indeseable de la corrupción en la alta política nacional, con una intensidad como no se había visto antes y con personajes de muy alta gama.Esta normativa ya figuraba en el Código de Procedimientos Penales de 1940 como "detención provisional". Luego, tras múltiples modificaciones, se consolidó en su forma actual con la ley N° 30076 de agosto de 2013, que varió algunos artículos del Nuevo Código Procesal Penal del 2004.Richard Concepción Carhuancho, abogado tarmeño de 54 años, es llamado por algunos el terror de los corruptos y juez "canero" debido a las al menos veinte prisiones preventivas decretadas.(Edición domingo).