El año 2024 no solo nos dejó con un crecimiento mediocre, sino también con una bomba de tiempo: el nivel de déficit fiscal del Perú. El Congreso de la República, en una muestra descarada de populismo y desprecio por la legalidad, ha impulsado una serie de iniciativas de gasto que violan la Constitución y están llevando al país al borde del colapso fiscal.Por su parte, el gobierno de Boluarte se ha convertido en cómplice silencioso de esta debacle, paralizado por el temor a una posible vacancia, mientras el barco económico se hunde ante la mirada atónita de millones de peruanos.Estas decisiones nefastas están sembrando el terreno para un futuro marcado por mayor pobreza y desempleo, afectando directamente la calidad de vida de los ciudadanos y el desarrollo del país.(Edición sábado).