Uno de los principales desafíos del país para que aumente su tasa de crecimiento es la mejora de la productividad y para ello se requiere de la ejecución de obras que permitan producir más con los mismos recursos que dispone nuestra economía. De ahí, la necesidad de que las autoridades gasten el presupuesto destinado a inversión pública. En 2024, la inversión pública en los tres niveles de gobierno creció 16.8% frente al año anterior, al sumar S/56,722 millones. Si bien representa un crecimiento importante, se dejaron de gastar y, por lo tanto, se devolvieron al fisco S/13,591 millones. Está situación evidencia que el principal problema de nuestro país está más asociado con la capacidad de las autoridades para gastar que con la generación de recursos para hacer obras.Pese a este crecimiento, el gasto en inversión pública solo representa el 4.7% del PBI y este nivel no supera el 5% desde 2014 cuando llegó a 5.4%.