Por Fabiola Morales Castillo.Terminamos el año 2024 con un nuevo evento de derrame de petróleo, similar al ocurrido en enero de 2022 en el litoral de Ventanilla; esta vez, causado por la actividad de la empresa petrolera estatal PETROPERÚ en las costas de Talara. Estos eventos afectan a los pescadores artesanales, la flora y fauna marina, así como también al turismo que, por estos días, es intenso en las playas del norte.A pesar de que el 20 de diciembre se produjo la alarma por el derrame de petróleo en Talara, recién el 25 por la tarde el gobierno anunció la declaración de emergencia por 90 días para enfrentar este grave problema, que ha afectado, desde la zona de la refinería de Talara hasta Cabo Blanco, según la OEFA, entidad adscrita al Ministerio del Ambiente. En esta área se localizan al menos seis playas concurridas, entre ellas: La Capullana, el Lanchón, la Palizada y la Bola.El gerente general de la empresa estatal, Óscar Vera, en entrevista con Radio Programas, minimizó el problema que se produjo en el área del terminal de multiboyas de la refinería de Talara, en la llamada línea submarina norte. Dijo que no se trataba de un "derrame", sino de una "fuga" de hidrocarburos, un fallo de la tubería submarina y que, después de activado el plan de contingencia al día siguiente, ya se había logrado limpiar el 90 % del área, la cual estaba, según él, totalmente limpia y con el agua cristalina.(Edición domingo).