Por Luis Carranza, economista.Como individuos, ¿cómo construimos nuestro camino?, ¿cómo decidimos convertirnos en ingenieros, abogados, artistas o deportistas? O, por el contrario, ¿cómo decidimos ser emprendedores o dedicarnos a una determinada actividad? Existen muchos factores que fueron moldeando nuestras decisiones o que las están moldeando aún en tiempo presente. Por un lado, tenemos nuestras preferencias; por otro lado, nuestras habilidades naturales, y finalmente está la influencia de determinadas personas, que en la mayoría de los casos suelen ser nuestros padres, que lo hacen analizando ciertos parámetros, como dónde podremos encontrar trabajo o porque quizás quieran que sigamos su camino. Al final del día, si somos exitosos o no, dependerá únicamente de cuánto esfuerzo pongamos nosotros mismos.Lo mismo ocurre con nuestro país. Para presentar la visión de nuestro país en el encuentro anual de CADE de este año, se revisaron documentos y propuestas institucionales; se conversó con líderes en varias regiones, con emprendedores, así como con jóvenes líderes de CADE, y con estudiantes de varias universidades públicas de las regiones. Encontrando grandes coincidencias en estos diálogos, podemos empezar a construir la visión de nuestro país con base en la intersección de tres pilares: (i) las potencialidades que tenemos como país -dada nuestra ubicación geográfica y nuestras riquezas naturales, tenemos ciertas condiciones iniciales para empezar el despegue del crecimiento económico, fundamentalmente en la minería y la agroexportación-, (ii) nuestros valores culturales, nuestra historia milenaria, nuestras habilidades y capacidad emprendedora, y (iii) el contexto global que enfrentamos en función de las nuevas tendencias en términos tecnológicos y económicos que están ocurriendo y que condicionarán el crecimiento del Perú. (Edición domingo).