El Congreso se fue de vacaciones sin aprobar la reforma electoral que hubiese impedido a condenados por delitos muy graves postular a cargos de elección popular. La jugada fue una fina cortesía de Fuerza Popular. Tres parlamentarios tenían descanso médico (además de Rosángella Barbarán, quien desapareció por la tarde). Pero muchos más dejaron de votar para impedir que prontuariados postulen a la presidencia. En teoría, había 87 votos para la luz verde, y con 66 votos incluso se podía haber ido a un referéndum. Pero, finalmente, de los 17 fujimoristas que quedaron en el Pleno, fueron 10 los que no votaron a favor de la ley, presuntamente porque el fujimorismo querría polarizar con alguna izquierdista radical en las elecciones presidenciales de 2026. Pero queda por ver quién será su candidato(a). (Edición domingo)