El sostenido aumento de la producción de oro, espoleado por el también progresivo incremento de su cotización, cada vez más impulsa a empresas y personas a intentar exportar metal aurífero de origen ilícito. De acuerdo con los registros de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat), entidad encargada de la fiscalización de la comercialización de oro hacia el exterior, en el año 2022 la exportación definitiva de oro alcanzó un valor FOB (costo en el punto de embarque, descontando el flete y el seguro) de US$7.457 millones. En 2023, subió a US$8.503 millones, y entre enero y agosto de este año, ya llegó a los US$7.101 millones. (Edición domingo)