Por Richard Arce.El Congreso, una vez más, busca una supuesta salida al problema: literalmente, han pateado el problema de la minería ilegal para que se discuta nuevamente de aquí a 6 meses, después de la aprobación de la ampliación del Reinfo, este Registro Integral de Formalización Minera que ha sido un fracaso a la luz de los resultados.Si no, remitámonos a las pruebas. En siete años solo el 2% de los mineros informales pudieron formalizarse en este mecanismo perverso que es el Reinfo. En este se establece la impunidad para la minería ilegal, que se ha convertido prácticamente en una mafia en zonas liberadas, como la Pampa en Madre de Dios o la Rinconada en Puno y hasta en Pataz en La Libertad.La decisión congresal no tiene ningún argumento legal y menos un sustento técnico; solo lo han hecho por populismo, para salir del momento ante la presión de la convulsión social que han desatado miles de mineros informales apostados en las carreteras y que han estado bloqueándolas esta semana, sobre todo en el sur del país. Además, han estado amenazando con hacer una nueva toma de Lima, que evidentemente a los congresistas los aterra.Para salir del momento, a los congresistas impresentables que tenemos no se les ocurrió mejor idea que, primero, buscar un "chivo expiatorio", en este caso, Rómulo Mucho. El ahora exministro de Energía y Minas, a pesar de cualquier cuestionamiento que se le puede hacer, era de los pocos rescatables del Gobierno, por no decir el único: es técnico y con experiencia en el sector minero.