Santos Pánfilo Quispe Alvarado no pudo jurar ayer el cargo de alcalde del distrito aurífero de Parcoy, cargo para el que fue elegido por abrumadora mayoría en las elecciones municipales del reciente 19 de noviembre.Fue ungido con el respaldo de 1053 electores sobre su más cercano competidor, quien apenas obtuvo 387 votos. El propio jurado electoral acudió el pasado 12 de diciembre al penal El Milagro de Trujillo donde Santos Quispe está recluido y lo proclamó alcalde para el periodo 2007-2010. Pese a este espaldarazo popular el técnico sanitario no podrá ejercer el mandato. Se lo impide una cuestionada sentencia judicial que lo ha condenado a diez años de prisión por los delitos de secuestro, disturbios y entorpecimiento de la vía pública. En realidad, los problemas para Quispe empezaron en el año 2003 cuando él asumió el liderazgo de la defensa del pliego de reclamos de los pobladores de Parcoy frente al Consorcio Minero Horizonte.El pueblo reclamó los caminos comunales, el aeropuerto y dos hidroeléctricas de los que la minera se había apropiado. Le pidió que cumpliera con contratar mano de obra local y dejara de contaminar la laguna Pías y el río Parcoy a causa de los relaves. (Edición martes).
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