Por Fernando Vivas, periodista.Antes de que el Congreso entregara su cabeza a los mineros ilegales e informales, Dina le dobló tanto el brazo que se lo cercenó y lo entregó al Petro-Perú de Alejandro Narváez y Óscar Vera. Lo poco que quedaba de Mucho como ministro fue, desganado, a sustentar el proyecto de Ley MAPE ante el hemiciclo el viernes 22. La mayoría entendió que lo podía censurar el martes 26 sin que Dina se alterara. No era un ‘dinista’ como Julio Demartini del Midis; pero no creo que el respeto a las querencias de Boluarte pesara demasiado en la decisión de censurar a uno y no al otro. A la mayoría poco le importa la suerte del Midis, de sus conservas baratas y sus pensiones de misericordia para pobres extremos; la mayoría ama el oro y el cobre. El comienzo del fin para Rómulo ministro empezó muy temprano, cuando, apenas debutado, empezó a decir que "Tía María va", un poco más y dijo "Conga va" y, según me contó un miembro del directorio de Petro-Perú que renunció junto a Oliver Stark, le dijo a Dina que la propuesta de reestructurar financieramente al monstruo con una firma extranjera, va. Dina llegó a aceptarlo pero a condición de que -le creo a mi fuente- Óscar Vera fuese gerente de Talara. Entonces Stark y compañía renunciaron y Rómulo, junto al MEF José Arista, se tragaron tantos sapos que estuvieron a punto de croar cuando se nombró a Narváez en la presidencia de directorio y a Vera de gerente general, ya no de Talara, sino del propio Petro-Perú. Vera, símbolo del sindicalismo estatista está en las antípodas de este ingeniero de minas ligado a la gran minería privada. Rómulo estaba de más.(Edición sábado).