Desde la cima de una montaña, a más de cuatro mil metros de altura, se ven los distritos de Colquemarca y Santo Tomás. La tierra es seca; el paisaje, una pintura sucia. Los dos pueblos se encuentran a unas seis horas al sur del departamento del Cusco. Mientras viajo en auto por el Corredor Minero del Sur, a ambos lados de la carretera, crecen enormes manchas marrones. Parecen heridas en un cuerpo enfermo. Una enfermedad que también hay en otros sitios: la fiebre del oro. El Covid-19 trajo la fiebre del oro a Chumbivilcas. Jóvenes que trabajaban en las minas de la Rinconada, en Puno; Caravelí y Secocha, en Arequipa; y La Pampa, en Madre de Dios, fueron despedidos y volvieron a sus comunidades. Los llamaron "retornantes". Los "retornantes" tenían dinero ahorrado y sabían cómo buscar oro. No perdieron tiempo y se pusieron manos a la obra. Y así dicen que empezó todo.