UN WAYKI EN PETROPERÚ
24 de noviembre de 2024

Por Ricardo Uceda, periodista.Tres veces recibió Dina Boluarte al directorio de Petroperú presidido por Oliver Stark, cuando las autoridades del MEF y del Minem, que integran la Junta de Accionistas, ya estaban de acuerdo con el plan de salvataje. En las reuniones ella asentía con la cabeza, como si estuviera conforme con todo. Mas no era así. Había algunos ministros en estas reuniones. Uno de ellos, el primer ministro Gustavo Adrianzén, le dijo a Stark en la antesala:Queremos ayudarlos, pero no hablen mucho de inversión privada a la presidenta. La ponen nerviosa.Boluarte tenía resistencia ideológica hacia la fórmula planteada: capitalizar deudas y otorgar más crédito público a Petroperú mientras una compañía externa la transformaba integralmente para que pagara sus obligaciones y viviera por sí sola. Desconfiaba del grupo encabezado por Stark, demasiado vinculado al sector privado para su gusto (hasta proponía deshacerse de una joya de la familia, el emblemático edificio de 22 pisos en el Paseo de la República). Aunque finalmente aprobó sus propuestas -que incluían la sostenibilidad del oleoducto y una reducción sistemática de gastos e inversiones-, Boluarte quería que el timonel de la reestructuración fuera Óscar Vera, un prospecto de wayki, de alma gemela en Petro-perú. Lo que escuchaba de Stark por un oído, lo entendía mejor cuando Vera se lo explicaba por el otro.Vera es un símbolo de la administración que llevó a la ruina a la empresa.(Edición domingo).