UN HOYO SIN FIN
13 de noviembre de 2024

Por Paola Villar, periodista.Dos semanas atrás, antes de que se difundieran los nombres de su nuevo directorio -que registró dos renuncias a tan solo horas de haber sido anunciado-, PetroPerú nos demostró, una vez más, que la mayoría de críticas en su contra están más que fundamentadas. Lo evidenció con cifras que no están ni cerca de salir del terreno negativo; datos preocupantes que podrían implicar (ojalá no sea el caso) una mayor necesidad de recursos públicos para la petrolera bandera en adelante. Un riesgo fiscal que, lamentablemente, se mantiene latente tras los últimos cambios de funcionarios.Aunque puedan resultar confusos, los datos listados a continuación permiten ilustrar la magnitud del problema en el que se encuentra atrapada la entidad: al tercer trimestre de este 2024 (entre enero y setiembre), la pérdida neta de PetroPerú asciende a US$745 millones, muy cerca de la misma pérdida que la compañía estatal registró a lo largo del 2023 (US$823 millones). Si se hace un ‘close up’ a la pérdida neta que la empresa anotó entre julio y setiembre de este año, el resultado negativo es un 96% mayor a la pérdida neta registrada en el mismo período del año anterior. Una evidente demostración de una crisis que está lejos de cesar.