Una investigación de Perú21 publicada el último domingo pone al descubierto el modo en que se viene usando realmente el Reinfo en las zonas de minería ilegal por parte de las mafias criminales. Y es la razón de fuerza para que este registro, que se creó con la intención de formalizar a miles de pequeños mineros, pero que solo ha beneficiado a un 2% de ellos, no se vuelva a extender.Son innumerables los analistas y empresarios que han señalado cómo se ha desvirtuado esta norma, convirtiéndose en un paraguas para toda clase de actividades ilícitas en el sector minero, destruyendo y contaminando todo lo que le salga a paso o dificulte sus descontroladas prácticas extractivas. Porque la explotación del mineral también arrastra una serie de delitos encubiertos por la ley (compra de herramientas y explosivos, por ejemplo, que no solo se emplean en los socavones).Bandas que actualmente operan en el sector como la así llamada ‘Gran Alianza’, aparte de sus operaciones mineras, se han dedicado a sembrar el terror en las zonas aledañas a sus yacimientos, en la sierra de Trujillo. Y dadas las enormes cantidades de dinero que mueven, disponen de verdaderos arsenales con los que atemorizan -si no han logrado corromperlos antes- a pobladores y autoridades para que respondan a sus intereses, que como se ha dicho antes se han ampliado hacia modalidades de extorsión, trata de personas, narcotráfico y sicariato.