Envuelto en un deseo y una esperanza, Alan García lanzó ayer un dardo sutil por fiestas navideñas al Gobierno. "No soy de los catastrofistas, sé que las cosas no están bien para muchos, pero tengo la obligación de decir que hay inmensas posibilidades en el 2005, y ojalá nuestro Gobierno las aproveche porque ya es hora de tener como prioridad la promoción social y el empleo".El líder aprista justificó este optimismo en el nuevo impulso de crecimiento internacional que, según él, va a arrastrar el precio de nuestros metales, lo cual redundará en mayores impuestos para el Estado. "Ojalá que quienes ejercen el poder usen tales impuestos para hacer obra social. En los 18 meses que le quedan al Gobierno podría producirse el milagro de que empiece a aumentar el empleo gracias a este gran crecimiento internacional", expresó.