El ex vicepresidente David Waisman afirmó ayer que no cree que el Ejecutivo esté detrás del proceso judicial abierto contra el ex mandatario Alejandro Toledo por el tema de las firmas falsas de su partido, pero dijo que esto es consecuencia de la presión ejercida por algunos medios de comunicación."Puede haber influencia política, pero no creo que haya persecución", expresó en declaraciones que desestiman el principal argumento de la defensa de Toledo.Waisman, incluso, refirió que si se demuestra plenamente que el ex presidente gastó grandes sumas de dinero, entonces él será su primer enjuiciador, aunque comentó que es poco probable que Toledo haya incurrido en esta irregularidad debido al poco tiempo libre que le dejaba su recargada agenda de gobierno.