Por The Economist.Harán falta grandes volúmenes de minerales para descarbonizar la economía global y construir data centers que alimenten los cada vez más sofisticados modelos de inteligencia artificial. China busca el dominio: el año pasado, sus empresas invirtieron US$ 16,000 millones en minas del extranjero sin incluir participaciones minoritarias. Es el monto más alto de los últimos diez años (menos de US$ 5,000 millones el 2022).El 8 de octubre, una empresa estatal china informó que invertirá más de US$ 5,000 millones en una mina de cobre en Afganistán. El día siguiente, Zijin Mining, la minera china con mayor valor bursátil, anunció US$ 1,000 millones para una mina de oro en Ghana. El 14 de octubre, un grupo de empresas comprometió US$ 5,000 millones en cinco años para proyectos en Zambia. Y otra estatal, Chinalco, estaría interesada en adquirir participación en la mayor mina de cobre de Filipinas.
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