Las previsiones de crecimiento económico del país, a cargo del MEF, son realmente halagüeñas, pues lo sitúan entre 7 y 7,5%, lo que pone en evidencia los logros que tenemos detrás.Si a esto agregamos el récord mundial de rentabilidad de la Bolsa de Valores (166%), el alto nivel de las reservas internacionales (17 mil millones de dólares) y el más que aceptable índice del riesgo-país, podemos confirmar que atravesamos por un gran momento macroeconómico que debemos afianzar. Cuidemos, eso sí, el grado de temporalidad de algunos indicadores, a la luz de cualquier eventual triunfalismo que debemos evitar. Ese es precisamente el reto para el año 2007, que recae principalmente en el Gobierno, que tiene que seguir dando señales de confianza, continuidad y coherencia, y tender puentes de entendimiento con el Congreso y los agentes económicos.Hay que reconocer que estos logros se anclan en el buen manejo de la economía del anterior gobierno, continuado por la gestión aprista. Y, aunque recientemente hemos advertido algunos lances populistas --que deben ser contenidos para evitar el desborde de la caja fiscal y las líneas maestras del programa-- en los últimos días se están dando medidas para estimular el desarrollo y la reconversión industriales y la inversión productiva. Y, como señala la Cámara de Comercio de Lima, debe incluirse también la revisión de las tasas y la ampliación de la base tributaria, lo que pasa por dar incentivos para promover la formalización empresarial. De lo que se trata, finalmente, es de aprovechar esta coyuntura positiva para encarrilar definitivamente al país por la ruta del desarrollo y hacer que este crecimiento alcance a todos los peruanos. El gran objetivo de la inclusión no puede depender del apoyo social --que es urgente, necesario y debe ser bien manejado--, sino que debe asentarse en una economía boyante y saludable que dé empleo digno y masivo. Para ello requerimos suscribir el TLC con EE.UU. que asegure mercado a nuestras exportaciones, incluidas las que resulten del programa Sierra Exportadora.La palabra clave es crecimiento sostenido. Y eso demanda --reiteramos-- estabilidad política, seguridad jurídica, respeto a las reglas de juego y una posición unitaria y responsable del Estado (con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial al frente) para dar las medidas que aseguren catapultarnos al mundo desarrollado.