CIEGOS POR ELECCIÓN
3 de noviembre de 2024

Dentro de todos los destinos meritorios al que puede dedicarse la inversión pública -como salud, educación, transportes, etc.-, quizá no haya otro más apremiante hoy para la ciudadanía que la lucha contra el crimen. Y, en esta categoría, es la minería ilegal la que, según más de un especialista, más dinero mueve, lo que le permite a su vez financiar otros ilícitos.Pero el error sería mayúsculo si uno quisiera inferir de ello que el Estado ha destinado, en consecuencia, cantidades importantes a neutralizar esta actividad criminal. Basta con el ejemplo de Chagualito sobre el que informamos en nuestra edición de hoy. Este es el puesto policial que debe supervisar a los camiones que salen de Pataz, en La Libertad, cargados de concentrado de oro, mucho de este de procedencia, por supuesto, ilegal.Según pudo comprobar El Comercio, la infraestructura consiste en un container adaptado (con una mesa, dos sillas, una laptop y un ventilador), y la fuerza policial que lo opera consta de dos efectivos por cada turno de ocho horas. Como reporta nuestra Unidad de Investigación hoy, no existe balanza ni personal de la Sunat, la fiscalía, el gobierno regional que encabeza César Acuña o el Ministerio de Energía y Minas. La imagen de abandono y debilidad del puesto de control es un testamento de la negligencia total que el Estado le ha concedido a la minería ilegal.(Edición domingo).