La trata de personas crece en el país y, con esta, aumenta el riesgo de operaciones de lavado de activos que pretenden hacer parecer como legales los fondos obtenidos por esta actividad delictiva.Entre el 2017 y 2022, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) recibió 105 Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) cuyo delito precedente es la trata de personas. En el primero de estos años se registraron solo ocho, mientras que en los dos últimos ascendieron a 22 y 19, respectivamente. Dicho número de reportes involucraron alrededor de US$ 40 millones.