Esto no termina aquí. La disolución del Movadef y la sentencia contra la cúpula que promovió su inscripción ha sido un gran paso para ir eliminando ideologías que imponen la violencia, el odio y el terror en el país. El Poder Judicial ha sido contundente en su sentencia, confirmando que este movimiento de fachada era solo una coartada de Sendero Luminoso y se constituyó con el único fin de cumplir el objetivo de esta agrupación terrorista. Pero aún queda la Fenatep (Federación Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú), otro órgano radical de fachada, sindicato fundado en 2017 por el ahora preso expresidente Pedro Castillo. Este gremio extremista, opositor al Sutep, derivó del Conare, ala radical del magisterio con evidentes vínculos con el ahora disuelto Movadef y Sendero -según un informe del Ministerio de Interior- que aprovechó que el golpista llegó al poder para lograr que el Ministerio de Trabajo, a cargo en ese entonces de Iber Maraví, con antecedentes de haber participado en atentados de Sendero Luminoso, la reconozca oficialmente como sindicato de maestros. Tras la caída de Castillo se anuló su inscripción.
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