Por Gustavo Meza, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo.En la última década, la inversión privada ha mostrado un preocupante estancamiento. Entre el 2014 y 2023, la inversión privada cayó, en promedio, un 1,3% al año, sin considerar el 2020 y 2021 debido a la pandemia. Esta cifra es alarmante si se compara con el crecimiento promedio de 13,8% anual experimentado entre el 2004 y 2013. Este año, la situación no ha cambiado. La inversión es el principal motor para crear empleo formal, reducir el subempleo y aumentar los ingresos de los trabajadores, por lo que es crucial impulsar su recuperación.Aunque para este y el próximo año se espera que la inversión privada crezca por encima del 2,3%, impulsada por un mejor desempeño del sector minero, según el BCRP, todavía estamos muy por debajo de las tasas de crecimiento de hace un par de décadas. La inversión minera, si bien está mejorando, también está creciendo a tasas menores. Entre el 2004 y 2013, la inversión minera creció un 51% en promedio anual, favorecida por el ‘boom’ de los altos precios de los minerales; sin embargo, desde el 2014 ha caído un 2% en promedio, según datos del Ministerio de Energía y Minas.(Edición sábado).