TOLEDO SENTENCIADO
22 de octubre de 2024

‘Timar’, según el "Diccionario de la lengua española", es ‘hurtar con engaño’ o ‘engañar a alguien con promesas o esperanzas’. En esa medida, parece el término exacto para definir lo que el expresidente Alejandro Toledo ha representado en nuestra historia política. Porque, como se recuerda, él llegó a Palacio encaramado sobre la esperanza de millones de peruanos a los que se ofreció como la alternativa democrática al autoritarismo y la corrupción fujimorista.Sin embargo, una vez instalado en la Casa de Pizarro, se desentendió de las auténticas tareas de gobierno para dedicarse a la cuchipanda y a la concertación de coimas para llenarse los bolsillos.Si bien su disposición festiva se hizo evidente de inmediato (y, a decir verdad, fue solo la confirmación de una leyenda que lo perseguía desde hacía tiempo), su entraña deshonesta fue una revelación paulatina. La crónica de un descenso moral al que fuimos asistiendo a lo largo de los años, con incredulidad y repulsión.

  • [El Comercio,Pág. 2]
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