La adjudicación del Anillo Vial Periférico en abril de este año fue un hito relevante para las Asociaciones Público Privadas (APP), luego de 10 años de espera. Sin embargo, el futuro de este proyecto, que Proinversión estima esté totalmente operativo en el 2034, enfrenta un reto mayúsculo: lograr la adquisición de los predios necesarios para los tres tramos que compondrán los 34.8 kilómetros (km) de extensión.Según ha indicado la agencia, se requiere que el Estado peruano y el concesionario español, conformado por Cintra, Sacyr y Acciona, liberen 2,465 viviendas y 528 vías, donde se han instalado personas sin título de propiedad.Según Proinversión, los costos de liberación predial, interferencias y posibles pasivos ascienden a US$ 794 millones.
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