MENOS ARANCELES PARA MEJORAR COMPETITIVIDAD
27 de diciembre de 2006

Al amparo de la delegación de facultades del Congreso, el presidente Alan García lanzó el segundo paquete de medidas tributarias. Este incluye de modo principal la reducción de los aranceles para facilitar la importación de maquinarias y equipos para la industria.Se trata de una medida positiva, pues es una condición necesaria para la reconversión tecnológica de la industria nacional y, a su vez, para incrementar la competitividad. Y, aunque la iniciativa apunta a favorecer a la pequeña empresa, debe darse otras medidas para incluir también a la mediana y la gran empresa --que igualmente necesitan estos incentivos--, así como para luchar contra la informalidad y la competencia desleal.La realidad es que atravesamos por un buen momento macroeconómico, sobre todo por los altos precios de los minerales que producimos. Sin embargo, resulta evidente que si queremos promover la agroindustria y la manufactura, que tienen mayor valor agregado y podrían ser el motor de nuestras exportaciones, requerimos este tipo de incentivos para poder competir con otros países. Como lo sugerimos en nuestras Propuestas para una Agenda de Gobierno 2006, podría "aplicarse un cronograma de reducción generalizada de aranceles" y eliminar el arancel a la importación de bienes de capital, que es precisamente lo que con tino se está haciendo. Junto con ello deben darse las condiciones para descentralizar las inversiones y crear mayor empleo.Si consideramos que el gran objetivo nacional es suscribir un tratado de libre comercio con Estados Unidos, pues tenemos que poner los medios para que el llamado TLC interno despegue urgentemente, dentro de lo cual el programa Sierra Exportadora merece atención especial con incentivos para instalar industrias en todo el país. La marca Perú, que se ancla en mejorar la calidad y los precios de nuestros productos exportables, implica que el Gobierno asuma este tipo de medidas. Y es que si bien pueden significar una menor recaudación en el corto plazo, tienen un significativo efecto multiplicador en el mediano y largo plazos, con mayor producción y rentabilidad y, consecuentemente, una mejora de la recaudación tributaria.