LA ECONOMÍA DEL PERUANO DE A PIE
22 de diciembre de 2004

Termina el 2004 y el escenario macroeconómico muestra resultados positivos. El PBI crecería en 4,4% y, exceptuando el sector agropecuario, se desarrollan positivamente todos los sectores.La inversión privada se incrementaría en 8,5% impulsada principalmente por las inversiones de las compañías mineras, las mejoras de LAP en el aeropuerto Jorge Chávez, así como las ampliaciones de empresas agroindustriales ligadas a la exportación y los importantes proyectos emprendidos por empresas manufactureras vinculadas a la industria cervecera, textil y metal mecánica.Asimismo, la inflación anual bordearía el 3,6%. Las exportaciones se acercarán a los US$12.000 millones y se registraría un superávit de la balanza comercial del orden de los US$2.400 millones. Las reservas internacionales netas del Banco Central superarían los US$12.400 millones. El sistema financiero se ha fortalecido y los índices de morosidad han disminuido.Paradójicamente, el buen desempeño económico no se traduce en un incremento del bienestar de la mayoría de la población. Las necesidades insatisfechas del 54% de la población en situación de pobreza y, principalmente, del 24% en pobreza extrema, no tienen visos de mejoras. Con justicia los peruanos en situación de pobreza tienen altas expectativas de alcanzar una mejora rápida de su nivel de vida, que al no producirse conduce al desaliento y a veces a protestas sociales.Si bien en octubre del 2004 el número de desempleados varones se redujo ligeramente en Lima, pues disminuyó en un 7%, la PEA femenina desempleada aumentó en más del 13%.En cuanto al subempleo invisible, es decir la relación del número de personas que trabajan más de 35 horas a la semana y que sus ingresos son menores al valor de una canasta mínima de consumo familiar, para Lima Metropolitana bordea el 40%, índice preocupantemente alto y similar al del 2003.Una explicación para este divorcio entre el crecimiento de la economía y la reducida generación de empleo es que los sectores que absorben mano de obra en forma intensiva, como el agropecuario (32% de la PEA ocupada), comercio (24%), servicios (19%), a excepción de la manufactura (11%), no han crecido tanto como la minería, que ocupa menos del 1% de la PEA.Así, el PBI del sector agropecuario registraría una caída de 1,4%, y el sector comercio crecería en 3,8%. Por otro lado ,el crecimiento económico de sectores productivos con bajo impacto en la creación de puestos de trabajo permanente supera el promedio como el sector minero, cuya producción se incrementaría en más del 5%.En cuanto a los ingresos, la remuneración mínima vital, que es percibida por un alto porcentaje de la PEA en valores nominales, es la misma desde octubre del 2003 (S/. 460) y el índice real, con base de 1994, cae de S/.243 en octubre del año pasado a S/.234 en diciembre del 2004. Por otra parte, el índice real de los sueldos y salarios promedio no ha tenido mayor variación.Cabe reconocer, sin embargo, que en el último año hubo cierto incremento en el sueldo promedio mensual real del sector público. Así, se destaca el aumento de hasta en 11,6% en los ingresos de los maestros, al igual que de las remuneraciones de policías y militares (6,3%) y de los docentes universitarios (4,6%).Si bien el crecimiento del PBI en 4,4% es significativo, no es suficiente para solucionar los problemas sociales que se vienen arrastrando durante décadas. El desafío está en que nuestra economía debe crecer de manera sostenida por encima del 7% promedio anual para mejorar las condiciones de vida de las mayorías. Para ello, entre otros, el Estado y el sector privado deben lograr el incremento de la inversión en capital humano, en capital físico, en tecnología, en investigación, desarrollo e innovación. Asimismo, el Estado, en el marco de la integración de los mercados, debe promover la inversión nacional y extranjera para mejorar nuestra infraestructura, lo cual conlleva a las concesiones de puertos, aeropuertos y carreteras. El país requiere además de nuevas empresas -grandes, medianas o pequeñas- que sean formales y competitivas, con cultura exportadora, para lo cual el Estado deberá garantizar estabilidad en el marco normativo.Todo lo comentado nos lleva a dos claros mensajes: el primero es reconocer que el crecimiento económico es esencial para reducir la pobreza y beneficiar a las mayorías, pero el impacto dista mucho de ser inmediato y automático. El segundo mensaje es que nuestro PBI debe crecer a tasas más altas (no menos del 7% anual) en la búsqueda del bienestar de todos los peruanos, por lo que debe concretarse un pacto entre el Gobierno y el sector privado que permita crear conciencia respecto a la importancia de la inversión. Solo así lograremos un desarrollo económico sostenible, con equidad, que genere empleo productivo y bien remunerado, señala Graciela Fernández Baca, Presidenta de la Cámara de Comercio de Lima.