En Barbadillo, la ‘hora Cabana’ parece ser cosa del pasado. Escoltado por dos policías, el expresidente Alejandro Toledo acudió ayer, puntual, a una de las últimas audiencias de su juicio por el Caso Interoceánica. Se lo acusa de haber recibido más de US$30 millones de sobornos de Odebrecht para favorecerlos con la concesión de esa obra. A sus 79 años, se enfrenta a una posible condena de veinte.La sesión fue para su declaración como acusado. Fue la primera vez en que respondió por esta imputación ante la justicia peruana. Durante el interrogatorio del fiscal José Domingo Pérez, Toledo admitió que el empresario israelí Josef pagó las últimas dos cuotas de su casa en Camacho, por un monto cercano a los US$500 mil. Agregó que recién se enteró después de que Maiman era "un señor no muy sacrosanto en negocios".(Edición sábado).