Las irregularidades y la corrupción en la compra de aeronaves en un supuesto contexto de guerra se remontan al primer Gobierno de Alan García, cuando se frustró la adquisición -a cambio de una escandalosa coima de US$100 millones que habría favorecido al expresidente aprista- de más de una docena de aviones Mirage 2000 de la compañía francesa Dassault Aviation. Precisamente, este es uno de los fabricantes que el Gobierno de Dina Boluarte elegiría para su próxima adquisición.De hecho, un funcionario del Ministerio de Defensa y un coronel de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) estuvieron entre el 19 y 20 de septiembre en un evento bilateral de seguridad en París, Francia (donde se fabrican los aviones caza Rafale, en los que la FAP estaría interesada). Es más, en junio del año pasado, el teniente general FAP Carlos Chávez Cateriano, actual jefe máximo de dicho instituto, fue invitado -con pago de hotel incluido- por el Gobierno francés al Salón Internacional de la Aeronáutica y del Espacio, que se realizó en París. Sin embargo, algo que está pasando desapercibido es la adquisición de otro avión de casi S/300 millones que reemplazaría al actual Boeing que transporta a Boluarte. (Edición domingo).