Hoy, Lima amaneció con un paro de transportistas motivado por la creciente inseguridad ciudadana, que recientemente cobró la vida de tres conductores. Esta tragedia incalculable, no solo paralizó a un grupo de empresas del sector, sino que también provocó que muchos trabajadores no llegaran a tiempo a sus centros laborales, que asumieran costos adicionales para movilizarse o que simplemente no asistieran.