El jueves, agentes de la Diviac y la Dirandro detuvieron al presentador de televisión Andrés Hurtado, mejor conocido como Chibolín, quien se encontraba en una clínica desde que su nombre pasó de ocupar las páginas de la farándula a las policiales. (…) Como dijimos en este Diario el 10 de setiembre, este no es un caso más de un personaje de la televisión peruana envuelto en un escándalo con ribetes penales. Sino que permite ver hasta qué punto la minería ilegal -que muchos consideran un problema solo de lugares apartados como Pataz o La Rinconada- ha penetrado en las instituciones, en la política y hasta en el entorno mediático del Perú. (Edición sábado)