Por César Luna Victoria. Primera: Petroperú tiene una deuda inmensa y no puede pagarla, o sea, está en quiebra. En el proceso de quiebra se pone en fila a los acreedores, por rango. Primero los trabajadores, luego los acreedores con garantías, luego la Sunat y al final los demás. ¿Para qué la fila? Porque, como se debe más de lo que se tiene, se paga en orden hasta donde alcance. Los que están al final de la cola pierden porque no cobran. Esos acreedores demoran la quiebra con la esperanza de que ocurra un milagro o, cuando menos, para demorar el reconocimiento de su propia pérdida. En nuestro caso, el Estado ha prestado a Petroperú un mundo de plata, está al final de la cola y será el gran perdedor de la quiebra de Petroperú. No obstante, apuesta a una reestructuración financiera que resucite a la empresa. Para mantenerla artificialmente en vida, le presta más dinero, sabiendo que la pérdida será mayor si el milagro no ocurre. (Edición domingo)